Cuenta la historia sobre un sensei de budo que tenía por costumbre ubicar en el kamiza un mapa de su país natal.
En una ocasión, tras un traslado de su dojo, decidió agregar un mapa del mundo entero alegando que "Como mi país está dentro de mundo, hay que saludar al mapa del mundo, y no sólo al de este”.
Incluso bromeaba con la idea de tener un mapa del universo, para saludar a toda la creación en el kamiza.
Uno de sus alumnos tuvo la tarea de ayudarle a colgar el mapa del mundo sobre el kamiza, una vez realizada la labor, al estudiante le pareció que estaba algo torcido, y le dijo a su sensei que lo quería reacomodar.
Entonces éste le contestó: "Déjalo así nomás, que desde un principio el mundo es un lugar desigual".
Fue una respuesta muy sincera y a la altura de tal maestro, quien ofrecía muchas lecciones de humildad y comprensión: En vez de buscar la perfección, apreciar la imperfección.
Daniel Soriano